jueves, 13 de febrero de 2014

Al curso que viene... ya va al insti

Estamos en febrero y a partir de estas fechas se abren ya las matrículas en los centros de Enseñanza Secundaria.
Parece sencillo apuntar a nuestros hijos en Secundaria cuando van a terminar Primaria, máxime si en el mismo centro escolar se hallan ambas etapas y estamos contentos con el proceso seguido hasta la fecha. Pero... y ¿y si no es así?, ¿qué centro educativo elegir?.

Todo tiene su trascendencia.

Es más que importante que nos planteemos la cuestión de la "elección de centro" con sentido de la responsabilidad, no todo es lo mismo, ni vale cualquier cosa por muy parecidos que puedan ser unos centros a otros, siempre hay sus diferencias que redundarán en los resultados que obtendrán nuestros hijos. Cuando ellos tengan mayor edad y muchos más criterios para discernir... ya elegirán ellos entre las distintas opciones que tengan, pero a la edad de 12 años... que es cuando concluyen Primaria... esa elección nos corresponde a los padres aunque, por supuesto, podamos escuchar y valorar las opiniones de nuestros hijos, eso siempre.
¿Qué criterios tener en cuenta?. Jesús Jarque nos propone una amplia y sencilla reflexión al respecto que recomendamos lean antes de seguir con la lectura de este artículo:
En ese artículo de Jesús Jarque habrán observado que valora los siguientes criterios:
  1. Proyecto Educativo del centro.
  2. Metodología.
  3. Profesorado.
  4. Curriculum "oculto".
  5. Otros elementos: Distancia de ese centro de nuestra vivienda, número de alumnos por aula, precio a pagar, recursos humanos de ese centro, calidad de su enseñanza,...
  6. ...
Insistimos aquí en aspectos tales como:
  1. Patearnos los distintos centros de Enseñanza Secundaria a los que tengamos acceso e interesarnos por todos esos elementos que se nos mencionaron antes.
    • Hagámoslo con tiempo, no esperemos a que se abra el plazo de inscripción sino que recabemos toda la información posible al respecto.
    • Establezcamos pros y contras para cada uno de ellos, con tranquilidad, objetividad,... procurando que las dudas sean las menos posible (por eso es importante recabar antes la mayor información posible).
  2. Interesarnos especialmente por el Proyecto Educativo de Centro, ya que en ese documento hallaremos el ideario de dicho centro y su forma de trabajar con su alumnado. Preguntemos por ello, no nos contentemos con cuatro explicaciones que siempre suenan muy bonitas. ¿Por qué?, ¿para qué?:
    • Porque de ahí se derivarán todas las actuaciones que luego se llevarán a cabo con nuestros hijos y la filosofía que en esas actuaciones se transmitirá a su alumnado.
    • Para que sepamos a qué atenernos si acaso apuntamos a nuestros hijos a ese centro docente y cómo interactuar con la comunidad educativa cuando tengamos ocasión.
  3. Preguntar por la A.P.A. y su funcionamiento y ver la manera de implicarnos en ella:
    • Hay centros que no la tienen ni quieren tenerla pero se callan ese dato cuando matriculamos a los hijos. ¿Por qué?,... según sus directivas "porque creen que las APAs son un estorbo más que un beneficio para el cometido docente"; de esto se desprenden serias conclusiones que nos deben hacer pensar y descartar centros así.
    • Donde no hay transparencia, donde se coarta o niega la participación del colectivo de padres y madres en las decisiones que un centro docente toma... no podemos esperar tampoco que respeten la educación que nosotros como padres educadores de nuestros hijos queramos darles.
  4. Si queremos que nuestros hijos tengan acceso a la formación en el hecho religioso y el centro docente muestre respeto a nuestras convicciones morales no dudemos en solicitar expresamente la posibilidad de que nuestros hijos puedan cursar la asignatura correspondiente.
    • Es nuestro derecho y el de nuestros hijos y no valen excusas que a veces ciertas directivas ofrecen por cuestiones puramente ideológicas que tratan de marginar la aplicación de este derecho constitucional.
    • Si vemos que aunque se accedió a nuestra petición luego el centro no aplica la ejecución de su propia palabra... reclamémoslo, abordemos esta cuestión en la APA del centro y dejemos constancia de ello también ante las autoridades competentes.
    • Los centros docentes no son propiedad de directiva alguna ni de partido ni sindicato ni ideología cualquiera, son propiedad del Estado o Gobierno autónomo correspondiente, pero ese Estado o Gobierno autónomo somos todos porque se mantienen con el pago de nuestros impuestos y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad y derecho intervenir en cuestiones como ésta.
Conclusiones.

Busquemos ante todo el bien de nuestros hijos y la educación-formación que necesiten. En función de este principio elijamos el centro que más se adecue a lo que queremos para ellos.
Valoremos también las circunstancias: la cercanía o lejanía de ese centro docente a nuestro domicilio: hay que facilitar la asistencia y puntualidad de nuestros hijos al centro docente, nuestras posibilidades económicas,...
Expresemos nuestra intención de implicarnos en el desarrollo del Proyecto Educativo del Centro, como parte de la Comunidad Educativa que somos (los centros docentes no pueden suplirnos, están para complementarse con nosotros, colaboran con nosotros en la educación de los niños y niñas y jóvenes).
Mantengamos una relación constante con el profesorado de nuestros hijos también en Secundaria; solemos mantener esa regularidad con facilidad en Educación Infantil, disminuye en Primaria y en Secundaria es casi inexistente, sin embargo esto no tiene por qué ser así: nuestros hijos necesitan otro tipo de atenciones -van dejando de ser niños, crecen en todos los sentidos- pero no por ello debemos abandonar la necesaria relación-familia-escuela (esto siempre va a ser fundamental).

PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué pensamos de los "criterios" que ofrecemos para la elección de centro docente para nuestros hijos?, ¿qué crítica hacemos al respecto?; ¿añadiríamos otros?, ¿cuáles?.
  • ¿Cómo es nuestra participación en la vida educativa de los centros docentes en los que tenemos a nuestros hijos?, ¿nos satisface?; ¿en qué podría y debería mejorar?, ¿cómo hacerlo ahora que van a cursar Educación Secundaria?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:

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