martes, 26 de junio de 2012

¿Cómo hacemos con las "tareas de verano"?

Las "tareas de verano" tienen adeptos y detractores.
Quienes preferirían que no las hubiera argumentan que:
  • No tienen mucho sentido cuando todas ellas son de "repaso" de lo que ya se ha aprendido durante el curso.
  • Sus dificultades, cuando los padres no podemos resolver las dudas de los hijos al respecto, son mayores ya que el profesorado ya no está disponible.
  • Restan tiempo para el ocio y la iniciativa personal, el poder emprender "otros proyectos".
  • Restan también tiempo para el descanso y si, supuestamente, "las vacaciones son para descansar"...
  • No permiten desconectar de lo académico.
  • ...
Quienes votan por su permanencia dicen que:
  • Ayudan a mantener los hábitos de trabajo adquiridos y desarrollados durante el curso, aunque éstos tengan en el período estival menor intensidad.
  • Mantienen frescos los conocimientos adquiridos y las destrezas y habilidades de estudio.
  • Favorecen la organización del tiempo contando con lo académico pero con mayor autonomía: no está ya el profesorado marcando ritmos no elegidos; ahora son los niños y niñas quienes lo organizan de acuerdo con los propios criterios  y los de los padres y madres.
  • Preparan para el siguiente curso escolar afianzando los elementos fundamentales que se trabajaron en el curso anterior.
  • Requieren tiempo y concentración pero dentro del conjunto de horas libres que los niños y niñas disponen cada día... estas tareas son muy llevaderas y útiles.
  • ...
Muchos colegios mandan tareas de verano.
Las razones que argumentan siempre son en gran parte las que vienen señaladas en los que son favorables a las mismas. Respecto a las razones que apuntan los detractores de las tareas dicen:
  1. Estas tareas son efectivamente de "repaso", no añaden nada nuevo y lo que hacen es señalar especialmente aquello que es nuclear de cada materia para afianzarlo más aún.
  2. En principio no tiene porqué haber "dificultades" precisamente porque son de "repaso" y aunque las hubiera hoy existen muchos medios para resolverlos (nunca antes hemos contado con tanta información ni tan diversificada en los medios y recursos sociales como hoy: internet, bibliotecas públicas, casas de la cultura,...).
  3. Restan tiempo, eso es cierto, al espacio para el juego, la distensión, el descanso... pero también es cierto que aportan la enseñanza de que "en la vida cotidiana, incluso ésa que sólo depende de nuestras elecciones, interviene el esfuerzo patra alcanzar unas metas" y no siempre algo tiene que ser divertido para que nos decidamos a hacerlo; hemos de ir aprendiendo a tener otros criterios complementarios.
  4. ...
Alternativas dentro de la propuesta de "tareas":
Estos centros escolares suelen optar por dos modelos distintos o por una tercera vía que es híbrida de los otros dos:
1º)- Proponer cuadernillos adecuados al nivel académico recién concluído.
De esta manera nuestros hijos tienen ya en ese instrumento bien recogido lo esencial de todo el curso. Es especialmente útil esta opción cuando la editorial con la que se ha trabajado durante el curso es la misma de estos cuadernillos. Todo se realiza en ese cuadernillo: no es necesario material complementario salvo los útiles de escribir o colorear.
2º)- Componer un guión de actividades de aquellas materias o contenidos que el profesorado considere imprescindible, se multicopian en hojas y se entrega al alumnado para que inserte esos ejercicios en una libreta que entregará al final de las vacaciones.
Esta fórmula pretende atender las necesidades concretas del grupo-clase y adecuar estas tareas a su realidad concreta. Es también más económica que la anterior opción pero necesitará de un cuaderno en el que dejar escritas todas las actividades propuestas en las hojas sueltas.
3º)- Mixto entre "cuaderno de vacaciones" y "hojas sueltas".
Trata de recoger las ventajas de las dos anteriores opciones pero cuidando no aumentar el trabajo sino manteniéndolo en la misma cantidad.
¿Cómo organizarnos?.
Dependerá de diversos factores:
  1. Los objetivos que pretendamos haber conseguido al final de las vacaciones de verano.
  2. Los medios con que contemos, tanto materiales como de tiempo y capacidad de seguimiento de las tareas de nuestros hijos.
  3. Los recursos sociales de los que podamos servirnos.
  4. ...
Ideas para una buena organización:
DESDE LO QUE LOS HIJOS PUEDAN HACER:
  1. Empezar por diseñar y redactar un "plan de trabajo" en el que conste: el calendario semanal y la distribución horaria en la que se armonicen las horas de estudio-trabajo de estas tareas, descanso y esparcimiento, juego, alimentación y convivencia familiar o con las amistades.
  2. Aprovechar las horas de la mañana para las tareas -a ser posible-: en ellas estamos todos más descansados y las temperaturas (sobre todo en verano) ayudan más.
  3. Seguir siempre el orden de "mayor a menor dificultad"; empezar siempre por aquello que más cueste o requiera mayor concentración y terminar por lo más sencillo o que requiera menor esfuerzo.
  4. No permanecer más de 3/4 de hora en una misma tarea -salvo que queden escasos minutos para concluirla- y cambiar enseguida a otra bien distinta: estudiar-escribir-estudiar-descansar(tentempié)-estudiar-pintar-... de manera que ese cambio de actividad ayude también a descansar y aprovechar mejor el tiempo.
  5. Evitar hacer las tareas todas de golpe; más bien dosificarlas a lo largo de un mes o cinco semanas (no se trata de hacerlas sin más sino de que éstas cumplan su función fundamental).
  6. ...

DESDE LO QUE LOS PADRES Y MADRES PODAMOS HACER:
  1. Aportar a nuestros hijos las informaciones necesarias para que puedan confeccionar su "plan de trabajo" contando con los elementos de la realidad que deban tener en cuenta.
  2. Animarles a aprovechar los "recursos sociales" (biblioteca pública, casa  de la cultura, centro ciudadano, campamento urbano,...) existentes en la zona o que sean accesibles.
  3. Supervisar sus tareas cada día delante de los hijos, resaltar sus logros y aciertos, señalar los errores mediante preguntas sencillas que les lleven a pensar y descubrir por sí mismos el error que nosotros ya detectamos para que lo puedan corregir ellos mismos.
  4. Promover la comunicación y encuentro con otros miembros de la familia y también con sus amistades y compañeros del colegio, siempre que ello sea posible.
  5. Buscar espacios para el esparcimiento familiar en el que padres e hijos compartan tiempos de juego, diversión y tareas normales del hogar: cocina, limpieza de la casa, compras,...
  6. ...
PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué ventajas e inconvenientes vemos en relación con las "tareas de verano"?.
  • ¿Cómo nos vamos a organizar para poder llevar un buen seguimiento en su desarrollo?.
  • Si acaso no les mandaron tareas de verano a nuestros hijos y queremos que las tengan ¿podríamos contactar con el profesorado del colegio para ver cómo hacer al respecto?.
  • Qué otros recursos podemos aprovechar para lograr un verano realmente constructivo para nuestros hijos y para nosotros también?.
Algunos apuntes más para ampliar y contrastar:

No hay comentarios:

Publicar un comentario